RE-vivir / RE-visitar / RE-comendar / En la revisita del hit definitivo de 107 Faunos en colaboración con las infalibles Las Ligas Menores, nos decantamos por el carácter polifacético de su composición y sus valores narrativos.
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Una buena canción es una hazaña temporal. Pico tres es uno de esos acontecimientos excepcionales que merece ser revisitados y estudiados cada tanto. Acercándose peligrosamente al límite de la canción popular para convertirse en una película o en un cuento, esta canción entiende a la perfección el valor de la narración, el efecto del coro/climax que no debe repetirse y la importancia de la instrumentación en la creación de una historia emocionante.
Dos personajes, el vocalista/o el oyente y nuestra heroína misteriosa. Un set, "La mejor fiesta a la que fue", una incógnita, ¿Qué pasó la noche anterior?, todos los elementos servidos para una narración que nos moviliza en varios frentes: La inevitable nostalgia fotográfica ("Te perdí mientras bailábamos"), el terror inesperado ("Chica loba persigue la luna, uh, y personas por el pueblo") y la inevitable consecuencia catastrófica ("Confundida, sola, asustada, intenta recordar qué pasó").
Los detalles y referencias de la canción están a la orden del día y en lugar de valerse de imágenes recurrentes, se van a lugares poco explorados. Los localismos dan pistas de hacia dónde debemos dirigirnos cuando queremos dar sentido y valor a nuestro imaginario: "Metió un triple y mató a tres, de los populares" resuena como la segunda frase más icónica de esta pequeña-gran composición.
El top sin duda es para el crescendo climático de su coro, que justo arranca en esta última frase que funciona como puente. En dos líneas subimos, aullamos, estallamos y volvemos a bajar suavemente. La forma en que se fusiona la onomatopeya de la chica lobo y el conector "y" es magistral, una liaison orgánica que funciona como pico de esta montaña rusa.
Ya hacía el final, cuando nos quedamos con la frase de conclusión: "Noche de pánico", aún nos queda un minuto entero de narración que esta vez recae sobre la musicalización y unos chirridos que sirven de flashback y nos descubren la incógnita de la protagonista.
Hasta aquí no sabríamos si lo que acabamos de vivir fue en realidad la canción más trepidante y circular de los 107 Faunos, el episodio de halloween de una serie adolescente ambientada en la Argentina contemporánea, o bien un cuento breve y emotivo; sobre todo, una verdadera proeza compositiva a la que volvemos siempre en busca de un poco de inspiración.
<3 <3 <3